viernes, 18 de octubre de 2013

ENTREGA Nº 49      19  DE OCTUBRE DE 2013 
                           

                   JEREZ( La fragua del Cante IV)


         En cierta ocasión Juan Moneo Lara, el Torta, comentó que “artistas” hay muchos pero que en el flamenco primero hay que ser aficionado y después cantaor.

         Estando de acuerdo con el comentario,  habría que añadir  a esos buenísimos tocaores ,  bailaores  y por supuesto, sin olvidar a esas mujeres  tan  grandes, como las que  han salido de  esta tierra tan flamenca,  pues en Jerez, el  numero de aficionadas luego, según el  Torta, cantaoras,  bailaoras…son innumerables.

         El listado de figuras jerezanas en nuestro arte sigue aumentando en un sin parar, ¿Qué tendrá esta zona? Y ¿ qué se produce en este rincón para no cesar de parir nombres y nombres que agrandan  este amplio  catálogo  de personalidades de lo jondo?

         Se ha escrito con anterioridad  como  los  Paulas, Chicharrones, Vargas, Sotos, Junqueras, Zambos, Carrascos, Agujetas, Moneos, Carpios, Marruros, Moraos, Méndez…. o   los Tío Luis El Cautivo, Tía María La Jaca, Tío Vicente Macarrón, Juanelo y el señor Manuel Molina, han engrandecido a esta flamenca ciudad,  a esta CAPITAL DEL CANTE,  pero en estas líneas solo se intenta dar una pinceladas sobre algunas de estas célebres figuras,  de Manuel Torre como dueño de los sonido negros  o del estudioso y enciclopedista  D. Antonio Chacón,  de  Tía Anica la que cuando canta a gusto le sabe la boca a sangre, del compás de  Javier Molina,  de los Moraos,  Parrilla,  Cepero, Periquín o del baile de la Chicharrona, de la zaga de  Tía Juana la del Pipa, de la Macarrona…..en fin  un sin acabar,  y es que en Jerez como en el firmamento,  sus estrellas no se pueden contar,  por eso es sencillamente muy fácil que los lectores discrepen porque falta este o aquel cantaor o cantaora o tal guitarrista o bailaor, bailaora….Y es que es ésto,  unas pinceladas para hacer recordar a Jerez, “La fragua del cante”.


            De  entre los primeros que existen noticias y ya por la segunda mitad del siglo XVIII, encontramos a:

         Tío Luis el de la Juliana  autor de algunos estilos de tonás como la toná-liviana, la del Cristo o la de los Pajaritos. El de la Giliana como  escribiría Juan de la Plata fue un hombre envuelto en misterios,  este viejo aguaor, muy reconocido por Demófilo a través de Juanelo,  trasmitió  todo su magisterio al cantaor puertorrealeño Francisco Ortega Vargas “El Fillo”.

                                     
         Otra figura importante y de la misma época que el de la Juliana (final del siglo XVIII) fue  Perico Cantoral, tal vez de los primeros siguiriyeros.
         De él se dice que fue el primer cantaor profesional,  haciendo referencia de Tío Perico Cantora  José Cadalso en sus Cartas Marruecas (1793) . Fue  suegro de Tío Vicente Macarrón  y raíz de la  saga flamenca de Manuel Torre.




         Vicente Vargas "Macarrón" nació en 1759 y  según el padrón de los gitanos (gracias a los trabajos del flamencólogo jerezano Juan de la Plata), este herrero casado con  Rafaela Cantoral (hija de Tío Perico Cantoral), vivió a las afueras de ” la Ciudad de los Gitanos” (como diría Federico García Lorca) concretamente  en la Puerta de Rota por  el camino hacia Sanlúcar de Barrameda.

         Junto a Tío Vicente encontramos a su hermano Juan el Macarrón, también buen cantaor de siguiriya aunque según muchos estudiosos estas siguiriyas llamadas siguiriyas gitana estaban emparentadas con las tonás pues por esta época final del siglo XVIII y principio del XIX, todavía no hay constancia de lo que conocemos como  cante por siguiriya, siendo estos estilos de Cantoral o de lo hermanos Vargas tal vez iniciadores de tan profundo cante.
         Además de estos primitivos creadores encontramos también a Tío Luis el Cautivo, gran intérprete de toná y Tía María la Jaca.






































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